

ANESCA


Emisiones
Los hoteles pueden contribuir de forma determinante a reducir el impacto en el cambio climático, llevando a cabo acciones voluntarias que ayudan a ahorrar dinero, mejoran la productividad y disminuyen las emisiones.
La huella de carbono es la suma de todos aquellos gases de efecto invernadero y un indicador global del impacto medioambiental de una actividad. La huella de carbono se origina como consecuencia del consumo de energía y el consumo de combustibles.
Implantando una serie de medidas, además de lograr reducir las emisiones de CO2, ayudan a reducir costes asociados al consumo energético.
En las empresas del sector hotelero, las medidas fundamentales de ahorro, que se pueden implantar están relacionadas fundamentalmente con la iluminación y climatización en los usos administrativos.
Así en este manual se presentan medidas de reducción para las siguientes actividades:
- Iluminación
- Climatización
- Consumo de agua
- Lavandería
- Cocina
- Áreas deportivas y de ocio

Listado de las principales emisiones
Consejos y sugerencias para minimizar su impacto negativo
Casi todas las emisiones de CO2 (alrededor del 96,5%), provienen de los combustibles fósiles. Los 3 tipos de combustibles fósiles más utilizados son el carbón, el gas natural y el petróleo.
En los establecimientos hoteleros, sería los equipos que generan electricidad, calor o vapor:
- Calderas, hornos, turbinas, quemadores, calentadores, motores, etc.
- Equipos de aire acondicionado, cámaras frigoríficas o torres de refrigeración.
- Uso de equipos eléctricos y electrónicos, entre los que estarían , entre otros, los utilizados en las cocinas y áreas de lavandería
- Iluminación
- Elementos de transporte, propiedad del hotel, que pueden ser utilizados para el transporte de mercancías, productos, empleados o residuos (automóviles, furgonetas, motocicletas o camiones).


Consumo de agua y agua caliente sanitaria
- Comprobar el estado físico de las calderas, para detectar posibles corrosiones o deterioros.
- Ajustar la temperatura del agua caliente a 60º.
- Reemplazar las calderas antiguas con más de 15 años, por calderas de alta eficiencia o condesadoras.
- Instalar reductores de caudal en duchas y grifos.
- Instalar cisternas de doble descarga.
- Comprobar regularmente el estado de grifos y red de distribución de agua, para detectar posibles fugas o pérdidas.
- Aisle los tanques de agua, tuberías y válvulas para minimizar las pérdidas de calor.
- Regar en las horas de menor radiación solar.
- Instalar recolectores para el agua de lluvia, que pueden ser usados para regar los jardines y para las zonas comunes.
- Usar plantas autóctonas para reducir las necesidades de riego.
- Reciclar las aguas grises y utilizarlas para labores de limpieza o riego de jardines.
Lavandería
- Utilizar programas de lavado a bajas temperaturas.
- Limpiar filtros y respiradores del extracto de las secadoras.
- Secar la ropa al aire libre, siempre que el tiempo lo permita.
- Reducir la cantidad de lavados y secados.
- Adaptar la temperatura de la plancha a la ropa que se esté planchando.
- Invertir en equipos eficientes energéticamente (lavado por ozono o secadoras microondas).
Cocina
- Reemplazar el equipamiento ineficiente.
- Etiquetar cada pieza del equipamiento con su tiempo de calentamiento.
- Utilizar los controles de variación de velocidad del extractor.
- Formar al personal de cocina en la relevancia del ahorro de energía.
- No refrigerar por debajo de la temperatura recomendada.
- Mantener las puertas cerradas de neveras y congeladores, asegurándonos que no esté abiertas más tiempo del estrictamente necesario.
- No sobrecargar las neveras, para que el aire libre circule entre la mercancía almacenada.
- Evitar que los equipos de refrigeración estén expuestos a la radiación solar y deben estar alejados de fuentes de calor como hornos o radiadores.
- Comprar equipos eficientes energéticamente, ya que consumen menos energía.
- Refrigerar sólo lo necesario, para evitar ocupar espacio innecesario y así reducir el consumo de energía.
- Revisar periódicamente el correcto funcionamiento del sistema de congelación, compresores y condensadores.
- Revisar que no haya fugas de refrigerante, porque esto puede suponer un incremento de hasta un 100% del coste de energía.
- Instalar cortinas de plástico en las puertas de las cámaras frigoríficas, para evitar la salida de aire frío y la entrada de aire caliente.
- Encienda las parrillas, planchas y freidoras sólo cuando sea necesario y apáguelas después de usarlas.
- Use tapaderas para que al cocinar, se retenga el calor y evite abrir el horno, mientras éste está encendido.
- Use el lavavajillas cuando esté completo y aproveche el calor residual para secarlos.
- Instalar pedal para accionar el agua del fregadero y utilizar reguladores de caudal en grifos.
- Usar los tapones de los fregaderos cuando se necesiten y no dejar caer los grifos continuamente.
Áreas deportivas y de ocio
- Mantener una temperatura constante, en salas o piscinas, asegurará que no se malgaste energía por sobrecalentamiento o exceso de refrigeración.
- Comprobar que la iluminación exterior de piscinas y pistas deportivas está apagada durante la noche.
- Instalar cubiertas en las piscinas, para reducir las pérdidas de calor durante la noche.
- Instalar lavapiés a la entrada en la piscina reduce el aporte de arena y suciedad y por tanto, la necesidad de filtrar el agua.
- Apagar completamente los equipamientos deportivos (sauna, baño, turno, piscina, spa...), al final del día o cuando no van a ser utilizados durante un tiempo prolongado.
- Usar energía solar para el calentamiento del agua de las piscinas.

Aire acondicionado y calefacción
- Entender el equipo.
- Controlar el termostato para que no se active antes de los 24º.
- Apagar los aparatos eléctricos cuando no se usan.
- Utilizar toldos y persianas, para reducir la radiación solar y, por tanto, la necesidad de climatización.
- Limpiar los equipos regularmente (rejillas, filtros y ventiladores).
- Programar revisiones periódicas.
- Limpiar los condensadores, para garantizar el máximo rendimiento de los equipos.
- Aislar las conducciones, para evitar consumir más energía para alcanzar la temperatura deseada.
- Comprobar posibles pérdidas de refrigerante y reparar si hay avería.
- Zonificar las áreas a climatizar.
- Instalar un sistema de Free cooling, que permite aprovechar de forma gratuita la capacidad de refrigeración del aire exterior para climatizar el edificio.
- Sustituir calderas de gasóleo por gas natural, ya que las segundas generan menos emisiones de CO2.
- Analizar las necesidades de climatización de cada una de las áreas de su negocio.
- Aprovechar el calor de condensación de los grupos de frío, para la producción de agua caliente.
- Recuperar el calor del aire de ventilación, para disminuir los consumos de calefacción y aire acondicionado, dependiendo de la época.
- Instalar bombas de calor, porque permiten suministrar en un solo aparato, frío y calor.
- Revisar las características constructivas (el acristalamiento, la ubicación, el cerramiento...).
- Optimizar el rendimiento de las calderas, evitando sobredimensionamientos innecesarios.







